Seguridad doméstica: Cloro

¿Qué es el cloro?

El cloro es un elemento de origen natural, situado en el grupo de los halógenos (grupo VII A) de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es  Cl y su número atómico  17. 

Es muy utilizado a nivel industrial y se encuentra en algunos productos domésticos. Puede ser almacenado y transportado, y  reacciona explosivamente con muchos químicos comunes (tales como alcoholes, amoníaco y gasolina) o encender algunos objetos (como madera, papel, aceite y tela).
En su apariencia destaca un color amarillo verdoso, y un olor fuerte e irritante como el del blanqueador doméstico. 

¿Cómo es usado el cloro?

El gas cloro fue el primer agente químico de guerra usado a gran escala durante la primera guerra mundial. Hoy, el cloro es uno de los químicos industriales más usados como ingrediente en la producción de algunos disolventes, como agente blanqueador en la producción de papel y tela, como un agente para matar bacterias en el agua potable y agua de piscinas, y como parte del proceso sanitario de desperdicios industriales y aguas de alcantarilla.

¿Cuándo estás peligrosamente expuesto al cloro?

Una exposición significativa está normalmente asociada con procesos industriales o con contactos accidentales. Las liberaciones más directas de cloro al ambiente se encuentran en el aire y/o en el agua, donde este reacciona con otros químicos para formar compuestos más estables.

• La Respiración – La inhalación del gas cloro es la vía más común de exposición, y puede ocurrir en o cerca de lugares industriales, así como en casa. Las personas que usan productos domésticos que contienen cloro (blanqueador para lavandería, químicos para piscina) pueden estar expuestas a niveles perjudiciales de gases que contienen cloro, si estos productos domésticos están mezclados con productos que contienen ácido/s (limpiador de inodoro) o productos domésticos que contienen amoníaco.

• Bebidas/Comidas – El agua tratada contiene muy bajos niveles de cloro, por lo general este consumo no representa un riesgo para la salud.

• Tacto – La piel no absorbe bien el cloro, aunque pequeñas cantidades pueden pasar a través de ella cuando está expuesta al gas cloro, blanqueador, o tiene contacto con agua o tierra que contienen altos niveles de cloro. 

Si se trata de pequeñas cantidades de cloro éstas son eliminadas del cuerpo rápidamente, pero si las cantidades de cloro son considerables, puede irritar o quemar la piel, especialmente las áreas húmedas.

• Contacto con los ojos – Si los ojos están expuestos al gas cloro o tienen contacto con agua que contiene cloro, la humedad natural de los ojos se combinará con este elemento para formar ácido clorhídrico, causándoles una mayor irritación. 

¿Cómo puede el cloro afectar mi salud?

El grado de reacción a la exposición de cualquier químico depende de tres factores principales: la cantidad a la que se ha estado expuesto, la vía de exposición (respiración, tacto, etc.), y el tiempo de exposición.

• Exposiciones cortas a bajos niveles de cloro en el aire, raramente conducen a cambios pulmonares permanentes. Cualquier exposición por aspiración de agua potable apropiadamente tratada o agua de piscinas, no es perjudicial.

• Exposición aguda a altas concentraciones de cloro puede conducir a una acumulación de fluido en los pulmones (edema pulmonar) y a una reducción severa de la respiración que puede llevar a la muerte, si no se trata.

Inmediatamente o dentro de pocas horas después de respirar el gas cloro, los pulmones pueden irritarse, causando tos y/o reducción de la respiración. La cantidad de tiempo antes de que estos síntomas ocurran depende de la cantidad de cloro a la cual se ha estado expuesto. (A mayor cantidad, menor tiempo antes de que los síntomas sean observados.) La exposición puede producir irritación en nariz, garganta y ojos, además de tos, hemorragia nasal, nauseas, vómito, dolor de pecho, y/o mareo.

• Beber una solución de cloro puede causar vómito, náusea e irritación de la garganta y el estómago. El vómito puede estar propenso a oler como el cloro.

• El contacto con el gas cloro puede quemar e irritar severamente los ojos y la piel, posiblemente causando daño permanente. Las soluciones líquidas de cloro (tal como el blanqueador) pueden tener vapores que son irritantes para los ojos, nariz y garganta. El blanqueador de cloro puede causar irritación en la piel expuesta.

• Cuando el vapor o solución de cloro contacta con los tejidos húmedos (como los encontrados en la nariz, ojos, garganta y pulmones), se forma ácido clorhídrico y puede perjudicar el tejido expuesto.

• Para las personas mayores, fumadores y personas con enfermedad pulmonar crónica aumentan significativamente los riesgo y problemas respiratorios después de una exposición aguda.

• La exposición permanente a bajos niveles de gas cloro está potencialmente relacionada con enfermedades respiratorias, pulmonares (bronquitis, reducción de la respiración...) y la corrosión de los dientes.

¿Qué debo hacer si estoy expuesto al cloro?

• Si ha estado expuesto a una solución (líquida) que contiene cloro: quítese toda prenda de vestir, cortándola si es necesario para evitar el contacto con la piel, y lave su cuerpo con jabón y agua.

• Si sus ojos están irritados o si la visión es borrosa: lave los ojos con agua inmediatamente durante al menos 15 o 30 minutos.

• Si usted ha consumido cloro: no induzca el vómito y no beba líquidos.

• Si su piel ha tenido contacto con cloro líquido, lave el área afectada inmediatamente con agua a temperatura ambiente para quitar cualquier rastro de cloro. Y en todos los casos busque atención médica lo más pronto posible.

¿Comó se trata el envenenamiento por cloro?

El tratamiento incluye retirar al individuo expuesto de la fuente de exposición, quitando el cloro de la piel y las membranas mucosas expuestas lo más pronto posible, y proveerlo de apoyo médico en el hospital. 

¿Cómo puedo prevenir o disminuir la exposición al cloro?

• Bajo condiciones ocupacionales normales, use la ropa de protección apropiada y asegúrese de que la información de riesgo y prevención es divulgada en el área de trabajo. 

• No mezcle blanqueador o lejía con químicos domésticos que contengan ácido/s o amoníaco (limpiadores, desatascadores líquidos), porque pueden liberar cantidades peligrosas de cloro u otros gases tóxicos. 

• Bajo condiciones accidentales o de producción intencional, abandone el área donde el cloro fue liberado. Si es al aire libre, localícese viento arriba del olor. Encuentre el punto más alto porque el cloro es más pesado que el aire y se precipita. Si es al interior, salga del edificio inmediatamente. Si la liberación no es en su área inmediata, siga las instrucciones del sistema de emergencia emitidas (a través de la televisión o la radio).

¿Sabías que...? 

El cloro que se halla en algunos alimentos es esencial para nuestro organismo ya que:

• Lo necesitamos para poder mantener en buen estado las articulaciones.
• Es un regulador del equilibrio ácido-base de los líquidos del organismo.
• Regula la presión que permite a los fluidos corporales entrar y salir a través de las membranas celulares.
• Mantiene en buen estado los tendones.
• Acompañado siempre del Sodio y del Potasio, regula el balance electrolítico.
• Estimula la producción de ácido clorhídrico, necesario para la digestión de los alimentos.
• Favorece la depuración del hígado.
• Favorece la correcta contractibilidad muscular.

Lo encontramos principalmente ligado al Sodio (sal) y el Potasio, pero también se encuentra en otros muchos alimentos, como por ejemplo las Algas Kelp, las aceitunas, las carnes de vaca y cerdo, el pan con cereales, la col fermentada, la zanahoria, la remolacha, las alcachofas, los mariscos, los dátiles, las nueces, las avellanas y las almendras.

Fuentes de información:

DSCM Departamento de Salud Comunitaria de Michigan.
http://www.rdnattural.es/plantas-y-nutrientes-para-el-organismo/minerales/cloro-2/

Publicado por: Ondine y Chabela