lunes, 27 de febrero de 2012

Historia y leyendas:

La misión de Burzōy en la India.
Hacia el año 570 de nuestra era, el médico persa Burzōy tradujo y compiló unas valiosas obras sánscritas al páhlavi.
Antes de abordar algunas de ellas, compartiré un resumen de la leyenda que cuenta las circunstancias en las que la traducción persa media fue elaborada.
El médico principal de la corte del rey persa Khusrōy Anōshagruwān I, llamado Burzōy, lee en unos libros filosóficos que en las montañas de la India hay unas hierbas y otras plantas que – después de haberlas confeccionado y mezclado de cierta manera – pueden resucitar a los muertos.
Así que, deseando ir en busca de estas hierbas maravillosas, le pide a su rey permiso y ayuda. Éste se los concede inmediatamente enviándolo a la India con cartas y regalos para los reyes, pidiéndoles su asistencia en la búsqueda.
Una vez llegado a la India empieza a buscar esas hierbas con el apoyo de los reyes por todo el país. Sin embargo, después de intentarlo más de un año, no logra preparar tal medicina así como está descrita en sus libros anteriormente consultados.
Por eso, ya muy desilusionado, no ve otra solución que confiar sus penas a los filósofos hindúes que le ayudan y le señalan el sentido alegórico detrás de las palabras leídas en los libros filosóficos.
Según sus explicaciones, hay que equiparar las montañas con los sabios, las hierbas con el saber de estos sabios, la medicina con los libros que contienen este saber, y los muertos con los necios ignorantes que no saben nada.
Si los ignorantes (muertos) leen los libros sapienciales (toman la medicina), acogen el saber (las hierbas) que contienen, y por consiguiente resuscitan de la muerte intelectual.
Después de haber recibido esta valiosa información Burzōy busca inmediatamente estos libros sapienciales (entre los que se encuentra el de Kalīla wa-Dimna), los traduce del sánscrito al páhlavi y compila una versión del Pañcatantra, tres cuentos del Mahābhārata y la leyenda de Ca a Pradyōta.
Cuando regresa a Persia, su rey se alegra enormemente con lo que le trae su médico y filósofo, y manda a su alguacil Buzurgmihr (“sol grande”) que guarde los libros en la tesorería real.
Otra versión cuenta que el rey sabio de Persia, Khusrōy Anōshagruwān I, oye hablar de un libro de fábulas que se llama Kalīla wa-Dimna perteneciente a los reyes de la India, del cual “no hay otro par en la tesorería de otros reyes, y que los reyes de la India consultan en situaciones graves”, puesto que contiene todo “lo que un rey debe saber para gobernar su pueblo”. 
Con el firme propósito de conseguir este libro, instruye y envía a Burzōy a la India para que entre en contacto con la corte del rey, sin comunicarle a nadie su intención verdadera. 
Cierto día, tras un largo diálogo con un amigo indio sobre la significación de una amistad sincera, este le consigue el libro de la tesorería real.
Burzōy lo tradujo del sánscrito al páhlavi y regresó a Persia, donde fue recompensado por el rey con una capa real y un capítulo en el que se describía su vida al principio del libro.
Desgraciadamente se perdió esta traducción páhlavi, pero se sabe que en el s.VI después de Cristo se realizó una traducción al siríaco por alguien llamado Bū.
Información recogida en www.zora.uzh.ch/17989/1/CalilaV.pdf

Publicado por: Ondine 

domingo, 19 de febrero de 2012

* TRES CANCIONES ESPECIALES *


En este, nuestro particular día del Amor Universal, hemos decidido dejar un pedacito de nuestros corazones para vosotros. 
 Definitivamente sí, porque estas tres canciones han sido la banda sonora de algunos de nuestros mejores momentos. ¡Así que simplemente disfrutad!


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 Publicado por:  Chabela y Ondine.

sábado, 11 de febrero de 2012

Canciones que nos unen.

Hoy esta canción, en practicamente todas sus versiones, se ha apoderado de nuestros oídos y mentes.
Todo empezó esta mañana mientras Charlot, Stephenie, Ondine y yo conversábamos por teléfono sobre nuestros futuros planes para el carnaval, de repente todos nos quedamos callados escuchando una canción que sonaba de fondo... Ondine nos preguntó si también nos gustaba esa versión de "Ne me quite pas" hecha por Maysa Matarazzo (http://youtu.be/slHjkszSAKs), y a partir de ese momento nos olvidamos del carnaval y empezamos a hablar de la música francesa. 
Cuando terminó la canción, los tres habíamos llegado a la conclusión de que la siguiente en la lista debía ser una cantada por Edith Piaf (el gorrión de París), fue entonces cuando Charlot puso el tema "La Foule".


Y como yo no había escuchado en mi vida aquel tema, lo disfruté como quien recibe un regalo nuevo, aunque no podía parar de repetirme que se parecía demasiado a otra gran canción que si que conocía bien "Que nadie sepa mi sufrir" de Julio Jaramillo (el ruiseñor de América).


Claro, después de escuchar ambas versiones fue inevitable preguntarse ¿cuál era la original, en qué país había nacido, y de que mente brotó aquella canción?
Pues bien ahora lo sabemos: El tema original se titula "Que nadie sepa mi sufrir", fue creado como un vals peruano en el año 1936 por el compositor musical Angel Cabral y la letra de Enrique Dizeo, ambos de nacionalidad argentina.
La famosa cantante francesa Edith Piaf versionó esta canción en el año 1957 y utilizó una letra nueva creada por Michel Rivgauche, por eso mientras que la versión latina habla de un hombre que ha sido abandonado por su amante, la versión francesa cuenta la historia de una joven que conoce a un hombre, en medio de la multitud de una gran fiesta, y lo pierde casi de inmediato.
Saber que nuestros paises habían puesto un granito de arena en esta canción nos regaló uno de los mejores momentos del día..... nos ayudó a sentimos muy unidos, aun más.

Publicado por: Peter

viernes, 10 de febrero de 2012

· · · · · · · · La leyenda de Cantuña · · · · · · · ·

Existen muchas versiones de la antigua leyenda de Cantuña, yo la he escrito tal y como la recuerdo, y además he adjuntado un vídeo que encontré en YouTube, que difiere en pequeños detalles. Espero les guste.
 

Cuenta la historia que durante los tiempos coloniales de la ciudad de Quito, actual capital del Ecuador, un chico indio acogido por los franciscanos creció y estudió el arte de la construcción, su nombre era Cantuña.
A una edad temprana empezó a ser conocido por algunas pequeñas construcciones que había hecho, sin embargo él anhelaba tener la oportunidad de realizar una obra que le afirmara como un gran arquitecto ante todo el mundo.
Años después un señor del cabildo llegó desde España con una gran orden.
"El Rey ordena que se construya la más hermosa de las iglesias" dijo.
En realidad el rey en aquel entonces al poseer un territorio tan lejano, se encaprichó con la idea de que allí se construyera una iglesia lo más alta posible para poder divisarla desde su castillo.
Cuando Cantuña escuchó la noticia, se puso eufórico y no dudo en aceptar el desafío de construir la iglesia.
Pero el cabildo ya contaba con que esa sería su reacción, y entonces le comunicó el corto plazo que tenía para construirla, le pagó por adelantado y le advirtió que si no cumplía su compromiso sería encarcelado.
El español planeaba así deshacerse de Cantuña, porque era un indio con demasiados conocimientos respecto a sus semejantes, sabía leer, escribir, le gustaba estudiar y al vivir con los franciscanos estaba tan enterado de las cosas como algunos españoles; lo que le convertía en un ejemplo a seguir por los demás indios.
Por eso, seguros de que no podría cumplir el plazo acordado, le ofrecieron solo a él la construción de la iglesia de San Francisco.
Cantuña trabajó noche y día en la construcción, ayudado por albañiles y amigos indios, pero en varias ocasiones surgieron imprevistos, incluso fenómenos naturales que impedían continuar la obra y mucho menos terminarla.
El día final del plazo llegó y la iglesia seguía inacabada, Cantuña perdió todas las esperanzas y temía su fin arrodillado delante de ella, cuando de repente de la oscuridad surgió el mismísimo diablo y le propuso ayudarle a terminar la obra antes del amanecer.
¿Que qué le pedía a cambio?.............. Su alma.
Y como Cantuña no veía otra forma de cumplir el plazo, aceptó.
En ese preciso instante, del suelo brotaron centenares de pequeños diablillos, rojos como el fuego, con colas, cuernos, y sonrisas traviesas y malévolas, que escucharon las órdenes de su amo y continuaron las obras en la iglesia hasta terminarla en solo un par de horas.
Cantuña estaba aterrado, sorprendido y aterrado, los diablillos empezaron a desaparecer y pronto llegaría el Diablo a reclamar su alma como pago, corrió quizás en un intento de huir.
El Diablo lo atrapó y le ordenó que pronunciase las palabras "te entrego mi alma" de inmediato; y tras la negativa de Cantuña lo torturó y atormentó con su poder.
Cuando el amanecer hizo tenuemente su aparición, Cantuña sacó de debajo de su poncho uno de los ladrillos que había escondido para que los diablillos no pudieran terminar la obra e intentar de ese modo salvar su alma.
El Diablo furioso al ver que el indio pretendía engañarlo, le hirió cruelmente y le quitó el ladrillo de las manos, pero su esfuerzo fue en vano, pues los rayos solares lo iluminaron todo y el pacto se rompió.
Cantuña no perdió su alma y jamás se recuperó del todo de sus heridas, pero siempre ha sido y será recordado por esta gran leyenda quiteña.



Publicado por:  Ondine 

jueves, 9 de febrero de 2012

Historias y leyendas.

Cada día que pasa me siento más atraida por los cuentos en practicamente todas sus variantes, resulta increible la forma en que activan mi imaginación esos relatos frecuentemente cortos, y sobre todo como consiguen que recuerde con nostalgía y felicidad la primera vez que los escuché entonados por las voces de mis abuelos, profesores, padres o desconocidos amigos de la familia, que aparecían durante unos días por nuestra casa y relataban historias muy conocidas de sus provincias y ciudades. 
La mayoría hablaban de mujeres hermosas que seducían y engañaban a los hombres incrédulos, borrachos, mujeriegos o fanfarrones, y de como se los llevaban al más allá . Otras relataban misterios ocultos que nacían bajo la tierra que pisábamos y tenían orígenes mayormente históricos; y finalmente no podían faltar las historias fantásticas, llenas de magia y apariciones, que le hacían a uno pensar, y temer mucho, las situaciones imprevistas que se nos presentan en la vida y en  las que uno puede darle la espalda a la suerte por culpa de la ignoracia.
Por eso he decidido que a partir de hoy voy a compartir algunos de los cuentos e historias que se han hecho lugar en mi memoria, espero les gusten.
 
Publicado por:  Ondine