viernes, 10 de febrero de 2012

· · · · · · · · La leyenda de Cantuña · · · · · · · ·

Existen muchas versiones de la antigua leyenda de Cantuña, yo la he escrito tal y como la recuerdo, y además he adjuntado un vídeo que encontré en YouTube, que difiere en pequeños detalles. Espero les guste.
 

Cuenta la historia que durante los tiempos coloniales de la ciudad de Quito, actual capital del Ecuador, un chico indio acogido por los franciscanos creció y estudió el arte de la construcción, su nombre era Cantuña.
A una edad temprana empezó a ser conocido por algunas pequeñas construcciones que había hecho, sin embargo él anhelaba tener la oportunidad de realizar una obra que le afirmara como un gran arquitecto ante todo el mundo.
Años después un señor del cabildo llegó desde España con una gran orden.
"El Rey ordena que se construya la más hermosa de las iglesias" dijo.
En realidad el rey en aquel entonces al poseer un territorio tan lejano, se encaprichó con la idea de que allí se construyera una iglesia lo más alta posible para poder divisarla desde su castillo.
Cuando Cantuña escuchó la noticia, se puso eufórico y no dudo en aceptar el desafío de construir la iglesia.
Pero el cabildo ya contaba con que esa sería su reacción, y entonces le comunicó el corto plazo que tenía para construirla, le pagó por adelantado y le advirtió que si no cumplía su compromiso sería encarcelado.
El español planeaba así deshacerse de Cantuña, porque era un indio con demasiados conocimientos respecto a sus semejantes, sabía leer, escribir, le gustaba estudiar y al vivir con los franciscanos estaba tan enterado de las cosas como algunos españoles; lo que le convertía en un ejemplo a seguir por los demás indios.
Por eso, seguros de que no podría cumplir el plazo acordado, le ofrecieron solo a él la construción de la iglesia de San Francisco.
Cantuña trabajó noche y día en la construcción, ayudado por albañiles y amigos indios, pero en varias ocasiones surgieron imprevistos, incluso fenómenos naturales que impedían continuar la obra y mucho menos terminarla.
El día final del plazo llegó y la iglesia seguía inacabada, Cantuña perdió todas las esperanzas y temía su fin arrodillado delante de ella, cuando de repente de la oscuridad surgió el mismísimo diablo y le propuso ayudarle a terminar la obra antes del amanecer.
¿Que qué le pedía a cambio?.............. Su alma.
Y como Cantuña no veía otra forma de cumplir el plazo, aceptó.
En ese preciso instante, del suelo brotaron centenares de pequeños diablillos, rojos como el fuego, con colas, cuernos, y sonrisas traviesas y malévolas, que escucharon las órdenes de su amo y continuaron las obras en la iglesia hasta terminarla en solo un par de horas.
Cantuña estaba aterrado, sorprendido y aterrado, los diablillos empezaron a desaparecer y pronto llegaría el Diablo a reclamar su alma como pago, corrió quizás en un intento de huir.
El Diablo lo atrapó y le ordenó que pronunciase las palabras "te entrego mi alma" de inmediato; y tras la negativa de Cantuña lo torturó y atormentó con su poder.
Cuando el amanecer hizo tenuemente su aparición, Cantuña sacó de debajo de su poncho uno de los ladrillos que había escondido para que los diablillos no pudieran terminar la obra e intentar de ese modo salvar su alma.
El Diablo furioso al ver que el indio pretendía engañarlo, le hirió cruelmente y le quitó el ladrillo de las manos, pero su esfuerzo fue en vano, pues los rayos solares lo iluminaron todo y el pacto se rompió.
Cantuña no perdió su alma y jamás se recuperó del todo de sus heridas, pero siempre ha sido y será recordado por esta gran leyenda quiteña.



Publicado por:  Ondine 

2 comentarios:

  1. ESTA LEYENDA ES UNA VERDADERA TRADICION PARA EL ACUADOR....GRACIAS...

    ResponderEliminar
  2. soy de Guatemala y me encantan las leyendas, este es un ejemplo de como transmitir la cultura de cada pais, saludos cordiales para Ecuador

    ResponderEliminar