jueves, 2 de agosto de 2012

Enamorada de un poeta.

Dice León Felipe, en la contraportada de mi edición (Ediciones Felmar,  Madrid - 1981) que:
“Canto a mí mismo” es el momento más luminoso de Walt Whitman ya que en él están contenidos su doctrina y su mensaje. De todo el material poético recogido en “Hojas de hierba”, este hermoso poema polifónico es el más conocido a la vez que el más extenso.
El poeta canta a la vida y a la muerte, al cuerpo, a todo ser humano, y lo hace en versos que en su día causaron escándalo y que hoy se consideran iniciadores del gran movimiento poético contemporáneo.
La poesía de Walt Whitman llegó a mi...
Al igual que cuando te encuentras con un desconocido y sientes que ya no existe escapatoria posible, porque ni tus ojos ni tu corazón te obedece... igual de impactante fue el momento en que, a punto de salir de la librería, encontré un libro pequeño, de papel amarillento, en el que pude leer:
“A ti, quien quiera que seas (…
¡Toma! ¡Mira cómo me late el pulso en las muñecas!
¡Cómo dilata y contrae la sangre mi corazón!).
Me ofrezco a ti, en todo y para todo, me ofrezco
a mí mismo, prometiendo no dejarte jamás,
de lo que doy fe firmando con mi nombre.
Walt Whitman”
Y la dedicatoria primera:
“Esto no es un libro. Quien lo toca está tocando a un hombre.”
Cómo no iba a llevármelo conmigo.  Me había enamorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario