En el año 2007 National Geographic presentó el documental In the Womb: Animals
(Animales en el útero), en el que a través de las últimas técnicas de
tratamiento de imagen y vídeo digital, consiguieron fotografiar los periodos
de gestación de varios animales.
Las imágenes son espectaculares. El productor del reportaje, Peter Chinn, explicó que utilizaron los últimos
avances en efectos especiales informáticos, cámaras
diminutas, y la combinación de varias ecografías tridimensionales, para mostrarnos el desarrollo embrionario y fetal, de un
delfín, un elefante, un perro y también de un feto humano, dentro del vientre materno, desde el
día de su concepción hasta el de su nacimiento.
La vida es una sorpresa hermosa desde el primer micro-segundo en que se manifiesta.
Perfecta e inigualable.
Pero otro adjetivo que la define muy bien es "frágil".
Aparece como por arte de magia y las circunstancias de su desaparición pueden ser igual de repentinas.
Los abuelos suelen decir: "Lo que fácil viene, fácil se va."
Y no hay nada más cierto, la gestación más corta de un ser vivo dura 12 días, sin embargo la muerte de cualquier ser vivo puede darse de un segundo a otro.
Las imágenes de esta entrada sugieren un inicio similar, por no decir idéntico, de nuestras vidas y las de otros seres vivos.
Todo empieza en un lugar blandito y cálido en el que flotamos libremente durante un periodo de tiempo determinado.
Mientras estamos allí, somos mimados, cuidados y esperados, por al menos uno de nuestros progenitores, o en algunos casos por algún espécimen de otra especie.
Desde que nacemos estamos predestinados a influir en todo y todos,
positiva y negativamente.
A causar la afloración de sonrisas, a revitalizar espíritus y esperanzas, a enamorarnos,
a rescatar ideas, historias o valores que empezaban a olvidarse, a crear sueños,
a salvar vidas y a llenar de sentido la existencia de una o varias personas, que nos considerarán imprescindibles.
También estamos destinados a equivocarnos muchas veces,
a ser torpes en alguna actividad y tropezar dos veces con la misma piedra,
a caer enfermos cada cierto tiempo, ha hacer el tonto al menos una vez al día, a asustarnos,
a perder algo y a alguien valioso, a curiosear, a llevarnos y crear decepciones,
y a tener que decidir constantemente hacia dónde y cómo continuamos.
Todo esto estará predestinado a ser natural en cualquier ser vivo,
e igualmente existirá una sola "cosa" a la que temeremos, como han hecho el resto de seres vivos desde del principio de los tiempos.
Temeremos que nos maten.
No a la muerte en si, ni a la inexistencia,
en todo caso nos preocuparán las circunstancias que nos llevarán a morir.
Pero nuestro mayor miedo,
lo que instintivamente nos aterrará,
es que nos maten.
Por eso nos asusta enamorarnos o enamorar a alguien,
porque tememos que el sentimiento no llegue a ser correspondido y destroce,
en ambos casos nuestro corazón, y el de otro ser vivo.
Por eso nos da miedo arriesgar en determinadas ocasiones,
porque tememos que con el fracaso un pedazo importante de nuestro espíritu perezca.
Y por eso nos asusta perder a alguien especial,
porque cuando ese alguien desaparece, su voz y una parte de nuestra vida se apaga.
Nuestra existencia conlleva también muerte.
Por distracción o por accidente,
matamos diariamente seres vivos.
¿Pero alguna vez te has preguntado, mientras te acercabas en plan asesino a un mosquito, mosca, cucaracha, ratón, cuervo, gusano, hormiga, araña, escarabajo, avispa o abeja, que culpa tiene ese ser vivo de haber nacido siendo de esa especie?
¿Has pensado que ese animal o insecto tenía varias razones para estar más aterrado que tú al haberte visto, porque de inmediato te pusiste a dar gritos, a tirar cosas en su dirección y a exigir que lo liquiden?
La principal razón por la que atacamos todos los seres vivos, en un momento dado, es porque nos sentimos acorralados.
Todos atacamos en la medida en que nos sentimos atacados, es instintivo.
Necesitamos desarrollar nuestra empatía al máximo,
pues cuando entendamos realidades como la de
que todos los seres vivos tememos que nos maten,
entenderemos que perseguir, herir, y matar a una araña o a un cuervo,
por haber nacido perteneciendo a esa especie,
es tan despreciable como perseguir, herir y matar a una persona por ser negro, judío, gitano, payo, cristiano, homosexual, extranjero,
por tener algún tipo de discapacidad, porque le encante estudiar,
porque no entienda o no quiera aprender un idioma,
o porque se rehuse a cambiar su forma vestir.
Por estas y otras muchas razones, les pido que desarrollen su empatía,
que cuando estén cerca de otro ser vivo piensen por un momento que sentirían en su lugar,
y que tengan en cuenta que tarde o temprano todos nosotros veremos nacer, de la contribución de nuestros propios cuerpos,
un adorable ser vivo, para el que querremos solo lo mejor,
y lo mejor sería,
que su mundo fuera un lugar en el que no existan seres que matan por matar.
Perfecta e inigualable.
Pero otro adjetivo que la define muy bien es "frágil".
Aparece como por arte de magia y las circunstancias de su desaparición pueden ser igual de repentinas.
Los abuelos suelen decir: "Lo que fácil viene, fácil se va."
Y no hay nada más cierto, la gestación más corta de un ser vivo dura 12 días, sin embargo la muerte de cualquier ser vivo puede darse de un segundo a otro.
Las imágenes de esta entrada sugieren un inicio similar, por no decir idéntico, de nuestras vidas y las de otros seres vivos.
Todo empieza en un lugar blandito y cálido en el que flotamos libremente durante un periodo de tiempo determinado.
Mientras estamos allí, somos mimados, cuidados y esperados, por al menos uno de nuestros progenitores, o en algunos casos por algún espécimen de otra especie.
Desde que nacemos estamos predestinados a influir en todo y todos,
positiva y negativamente.
A causar la afloración de sonrisas, a revitalizar espíritus y esperanzas, a enamorarnos,
a rescatar ideas, historias o valores que empezaban a olvidarse, a crear sueños,
a salvar vidas y a llenar de sentido la existencia de una o varias personas, que nos considerarán imprescindibles.
También estamos destinados a equivocarnos muchas veces,
a ser torpes en alguna actividad y tropezar dos veces con la misma piedra,
a caer enfermos cada cierto tiempo, ha hacer el tonto al menos una vez al día, a asustarnos,
a perder algo y a alguien valioso, a curiosear, a llevarnos y crear decepciones,
y a tener que decidir constantemente hacia dónde y cómo continuamos.
Todo esto estará predestinado a ser natural en cualquier ser vivo,
e igualmente existirá una sola "cosa" a la que temeremos, como han hecho el resto de seres vivos desde del principio de los tiempos.
Temeremos que nos maten.
No a la muerte en si, ni a la inexistencia,
en todo caso nos preocuparán las circunstancias que nos llevarán a morir.
Pero nuestro mayor miedo,
lo que instintivamente nos aterrará,
es que nos maten.
Por eso nos asusta enamorarnos o enamorar a alguien,
porque tememos que el sentimiento no llegue a ser correspondido y destroce,
en ambos casos nuestro corazón, y el de otro ser vivo.
Por eso nos da miedo arriesgar en determinadas ocasiones,
porque tememos que con el fracaso un pedazo importante de nuestro espíritu perezca.
Y por eso nos asusta perder a alguien especial,
porque cuando ese alguien desaparece, su voz y una parte de nuestra vida se apaga.
Nuestra existencia conlleva también muerte.
Por distracción o por accidente,
matamos diariamente seres vivos.
¿Pero alguna vez te has preguntado, mientras te acercabas en plan asesino a un mosquito, mosca, cucaracha, ratón, cuervo, gusano, hormiga, araña, escarabajo, avispa o abeja, que culpa tiene ese ser vivo de haber nacido siendo de esa especie?
¿Has pensado que ese animal o insecto tenía varias razones para estar más aterrado que tú al haberte visto, porque de inmediato te pusiste a dar gritos, a tirar cosas en su dirección y a exigir que lo liquiden?
La principal razón por la que atacamos todos los seres vivos, en un momento dado, es porque nos sentimos acorralados.
Todos atacamos en la medida en que nos sentimos atacados, es instintivo.
Necesitamos desarrollar nuestra empatía al máximo,
pues cuando entendamos realidades como la de
que todos los seres vivos tememos que nos maten,
entenderemos que perseguir, herir, y matar a una araña o a un cuervo,
por haber nacido perteneciendo a esa especie,
es tan despreciable como perseguir, herir y matar a una persona por ser negro, judío, gitano, payo, cristiano, homosexual, extranjero,
por tener algún tipo de discapacidad, porque le encante estudiar,
porque no entienda o no quiera aprender un idioma,
o porque se rehuse a cambiar su forma vestir.
Por estas y otras muchas razones, les pido que desarrollen su empatía,
que cuando estén cerca de otro ser vivo piensen por un momento que sentirían en su lugar,
y que tengan en cuenta que tarde o temprano todos nosotros veremos nacer, de la contribución de nuestros propios cuerpos,
un adorable ser vivo, para el que querremos solo lo mejor,
y lo mejor sería,
que su mundo fuera un lugar en el que no existan seres que matan por matar.
Time lapse of a baby girl from birth to age 12.
Lapso de tiempo de una niña desde su nacimiento hasta los 12 años.
Que disfruten de un precioso día.
Publicado por: Ondine
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