viernes, 25 de mayo de 2012


El gato que caminaba solo
Rudyard Kipling


Sucedieron estos hechos que voy a contarte, oh, querido mío, cuando los animales domésticos eran salvajes. El Perro era salvaje, como lo eran también el Caballo, la Vaca, la Oveja y el Cerdo, tan salvajes como pueda imaginarse, y vagaban por la húmeda y salvaje espesura en compañía de sus salvajes parientes; pero el más salvaje de todos los animales salvajes era el Gato. El Gato caminaba solo y no le importaba estar aquí o allá.
También el Hombre era salvaje, claro está. Era terriblemente salvaje. No comenzó a domesticarse hasta que conoció a la Mujer y ella repudió su montaraz modo de vida. La Mujer escogió para dormir una bonita cueva sin humedades en lugar de un montón de hojas mojadas, y esparció arena limpia sobre el suelo, encendió un buen fuego de leña al fondo de la cueva y colgó una piel de Caballo Salvaje, con la cola hacia abajo, sobre la entrada; después dijo:
- Límpiate los pies antes de entrar; de ahora en adelante tendremos un hogar.
Esa noche, querido mío, comieron Cordero Salvaje asado sobre piedras calientes y sazonado con ajo y pimienta silvestres, y Pato Salvaje relleno de arroz silvestre, y alholva y cilantro silvestres, y tuétano de Buey Salvaje, y cerezas y granadillas silvestres. Luego, cuando el Hombre se durmió más feliz que un niño delante de la hoguera, la Mujer se sentó a cardar lana. Cogió un hueso del hombro de cordero, la gran paletilla plana, contempló los portentosos signos que había en él, arrojó más leña al fuego e hizo un conjuro, el primer Conjuro Cantado del mundo.
En la húmeda y salvaje espesura, los animales salvajes se congregaron en un lugar desde donde se alcanzaba a divisar desde muy lejos la luz del fuego y se preguntaron qué podría significar aquello.
Entonces Caballo Salvaje golpeó el suelo con la pezuña y dijo:
- Oh, amigos y enemigos míos, ¿por qué han hecho esa luz tan grande el Hombre y la Mujer en esa enorme cueva? ¿cómo nos perjudicará a nosotros?
Perro Salvaje alzó el morro, olfateó el aroma del asado de cordero y dijo:
- Voy a ir allí, observaré todo y me enteraré de lo que sucede, y me quedaré, porque creo que es algo bueno. Acompáñame, Gato.
- ¡Ni hablar! -replicó el Gato-. Soy el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá. No pienso acompañarte.
- Entonces nunca volveremos a ser amigos -apostilló Perro Salvaje, y se marchó trotando hacia la cueva.
Pero cuando el Perro se hubo alejado un corto trecho, el Gato se dijo a sí mismo:
- Si no me importa estar aquí o allá, ¿por qué no he de ir allí para observarlo todo y enterarme de lo que sucede y después marcharme?
De manera que siguió al Perro con mucho, muchísimo sigilo, y se escondió en un lugar desde donde podría oír todo lo que se dijera.
Cuando Perro Salvaje llegó a la boca de la cueva, levantó ligeramente la piel de Caballo con el morro y husmeó el maravilloso olor del cordero asado. La Mujer lo oyó, se rió y dijo:
- Aquí llega la primera criatura salvaje de la salvaje espesura. ¿Qué deseas?
- Oh, enemiga mía y esposa de mi enemigo, ¿qué es eso que tan buen aroma desprende en la salvaje espesura? -preguntó Perro Salvaje.
Entonces la Mujer cogió un hueso de cordero asado y se lo arrojó a Perro Salvaje diciendo:
- Criatura salvaje de la salvaje espesura, si ayudas a mi Hombre a cazar de día y a vigilar esta cueva de noche, te daré tantos huesos asados como quieras.
- ¡Ah! -exclamó el Gato al oírla-, esta Mujer es muy sabia, pero no tan sabia como yo.
Perro Salvaje entró a rastras en la cueva, recostó la cabeza en el regazo de la Mujer y dijo:
- Oh, amiga mía y esposa de mi amigo, ayudaré a tu Hombre a cazar durante el día y de noche vigilaré vuestra cueva.
- ¡Ah! -repitió el Gato, que seguía escuchando-, este Perro es un verdadero estúpido.
Y se alejó por la salvaje y húmeda espesura meneando la cola y andando sin otra compañía que su salvaje soledad. Pero no le contó nada a nadie.
Al despertar por la mañana, el Hombre exclamó:
- ¿Qué hace aquí Perro Salvaje?
- Ya no se llama Perro Salvaje -lo corrigió la Mujer-, sino Primer Amigo, porque va a ser nuestro amigo por los siglos de los siglos. Llévalo contigo cuando salgas de caza.
La noche siguiente la Mujer cortó grandes brazadas de hierba fresca de los prados y las secó junto al fuego, de manera que olieran como heno recién segado; luego tomó asiento a la entrada de la cueva y trenzó una soga con una piel de caballo; después se quedó mirando el hueso de hombro de cordero, la enorme paletilla, e hizo un conjuro, el segundo Conjuro Cantado del mundo.
En la salvaje espesura, los animales salvajes se preguntaban qué le habría ocurrido a Perro Salvaje. Finalmente, Caballo Salvaje golpeó el suelo con la pezuña y dijo:
- Iré a ver por qué Perro Salvaje no ha regresado. Gato, acompáñame.
- ¡Ni hablar! -respondió el Gato-. Soy el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá. No pienso acompañarte. 
Sin embargo, siguió a Caballo Salvaje con mucho, muchísimo sigilo, y se escondió en un lugar desde donde podría oír todo lo que se dijera.
Cuando la Mujer oyó a Caballo Salvaje dando traspiés y tropezando con sus largas crines, se rió y dijo:
- Aquí llega la segunda criatura salvaje de la salvaje espesura. ¿Qué deseas?
- Oh, enemiga mía y esposa de mi enemigo -respondió Caballo Salvaje-, ¿dónde está Perro Salvaje?
La Mujer se rió, cogió la paletilla de cordero, la observó y dijo:
- Criatura salvaje de la salvaje espesura, no has venido buscando a Perro Salvaje, sino porque te ha atraído esta hierba tan rica.
Y dando traspiés y tropezando con sus largas crines, Caballo Salvaje dijo:
- Es cierto, dame de comer de esa hierba.
- Criatura salvaje de la salvaje espesura -repuso la Mujer-, inclina tu salvaje cabeza, ponte esto que te voy a dar y podrás comer esta maravillosa hierba tres veces al día.
- ¡Ah! -exclamó el Gato al oírla-, esta Mujer es muy lista, pero no tan lista como yo.
Caballo Salvaje inclinó su salvaje cabeza y la Mujer le colocó la trenzada soga de piel en torno al cuello. Caballo Salvaje relinchó a los pies de la Mujer y dijo:
- Oh, dueña mía y esposa de mi dueño, seré tu servidor a cambio de esa hierba maravillosa.
- ¡Ah! -repitió el Gato, que seguía escuchando-, ese Caballo es un verdadero estúpido.
Y se alejó por la salvaje y húmeda espesura meneando la cola y andando sin otra compañía que su salvaje soledad.
Cuando el Hombre y el Perro regresaron después de la caza, el Hombre preguntó:
- ¿Qué está haciendo aquí Caballo Salvaje?
- Ya no se llama Caballo Salvaje -replicó la Mujer-, sino Primer Servidor, porque nos llevará a su grupa de un lado a otro por los siglos de los siglos. Llévalo contigo cuando vayas de caza.
Al día siguiente, manteniendo su salvaje cabeza enhiesta para que sus salvajes cuernos no se engancharan en los árboles silvestres, Vaca Salvaje se aproximó a la cueva, y el Gato la siguió y se escondió como lo había hecho en las ocasiones anteriores; y todo sucedió de la misma forma que las otras veces; y el Gato repitió las mismas cosas que había dicho antes, y cuando Vaca Salvaje prometió darle su leche a la Mujer día tras día a cambio de aquella hierba maravillosa, el Gato se alejó por la salvaje y húmeda espesura, caminando solo como era su costumbre.
Y cuando el Hombre, el Caballo y el Perro regresaron a casa después de cazar y el Hombre formuló las mismas preguntas que en las ocasiones anteriores, la Mujer dijo:
- Ya no se llama Vaca Salvaje, sino Donante de Cosas Buenas. Nos dará su leche blanca y tibia por los siglos de los siglos, y yo cuidaré de ella mientras ustedes tres salen de caza.
Al día siguiente, el Gato aguardó para ver si alguna otra criatura salvaje se dirigía a la cueva, pero como nadie se movió, el Gato fue allí solo, y vio a la Mujer ordeñando a la Vaca, y vio la luz del fuego en la cueva, y olió el aroma de la leche blanca y tibia.
- Oh, enemiga mía y esposa de mi enemigo -dijo el Gato-, ¿a dónde ha ido Vaca Salvaje?
La Mujer rió y respondió:
- Criatura salvaje de la salvaje espesura, regresa a los bosques de donde has venido, porque ya he trenzado mi cabello y he guardado la paletilla, y no nos hacen falta más amigos ni servidores en nuestra cueva.
- No soy un amigo ni un servidor -replicó el Gato-. Soy el Gato que camina solo y quiero entrar en tu cueva.
- ¿Por qué no viniste con Primer Amigo la primera noche? -preguntó la Mujer.
- ¿Ha estado contando chismes sobre mí Perro Salvaje? -inquirió el Gato, enfadado.
Entonces la Mujer se rió y respondió:
- Eres el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá. No eres un amigo ni un servidor. Tú mismo lo has dicho. Márchate y camina solo por cualquier lugar.
Fingiendo estar compungido, el Gato dijo:
- ¿Nunca podré entrar en la cueva? ¿Nunca podré sentarme junto a la cálida lumbre? ¿Nunca podré beber la leche blanca y tibia? Eres muy sabia y muy hermosa. No deberías tratar con crueldad ni siquiera a un gato.
- Que era sabia no me era desconocido, mas hasta ahora no sabía que fuera hermosa. Por eso voy a hacer un trato contigo. Si alguna vez te digo una sola palabra de alabanza, podrás entrar en la cueva.
- ¿Y si me dices dos palabras de alabanza? -preguntó el Gato.
- Nunca las diré -repuso la Mujer-, mas si te dijera dos palabras de alabanza, podrías sentarte en la cueva junto al fuego.
- ¿Y si me dijeras tres palabras? -insistió el Gato.
- Nunca las diré -replicó la Mujer-, pero si llegara a decirlas, podrías beber leche blanca y tibia tres veces al día por los siglos de los siglos.
Entonces el Gato arqueó el lomo y dijo:
- Que la cortina de la entrada de la cueva y el fuego del rincón del fondo y los cántaros de leche que hay junto al fuego recuerden lo que ha dicho mi enemiga y esposa de mi enemigo 
-y se alejó a través de la salvaje y húmeda espesura meneando su salvaje rabo y andando sin más compañía que su propia y salvaje soledad
Por la noche, cuando el Hombre, el Caballo y el Perro volvieron a casa después de la caza, la Mujer no les contó el trato que había hecho, pensando que tal vez no les parecería bien.
El Gato se fue lejos, muy lejos, y se escondió en la salvaje y húmeda espesura sin más compañía que su salvaje soledad durante largo tiempo, hasta que la Mujer se olvidó de él por completo. Sólo el Murciélago, el pequeño Murciélago Cabezabajo que colgaba del techo de la cueva sabía dónde se había escondido el Gato y todas las noches volaba hasta allí para transmitirle las últimas novedades.
Una noche el Murciélago dijo:
- Hay un Bebé en la cueva. Es una criatura recién nacida, rosada, rolliza y pequeña, y a la Mujer le gusta mucho.
- Ah -dijo el Gato, sin perderse una palabra-, pero ¿qué le gusta al Bebé?
- Al Bebé le gustan las cosas suaves que hacen cosquillas -respondió el Murciélago-. Le gustan las cosas cálidas a las que puede abrazarse para dormir. Le gusta que jueguen con él. Le gustan todas esas cosas.
- Ah -concluyó el Gato-, entonces ha llegado mi hora.
La noche siguiente, el Gato atravesó la salvaje y húmeda espesura y se ocultó muy cerca de la cueva a la espera de que amaneciera. Al alba, la mujer se afanaba en cocinar y el Bebé no cesaba de llorar ni de interrumpirla; así que lo sacó fuera de la cueva y le dio un puñado de piedrecitas para que jugara con ellas. Pero el Bebé continuó llorando.
Entonces el Gato extendió su almohadillada pata y le dio unas palmaditas en la mejilla, y el Bebé hizo gorgoritos; luego el Gato se frotó contra sus rechonchas rodillas y le hizo cosquillas con el rabo bajo la regordeta barbilla. Y el Bebé rió; al oírlo, la Mujer sonrío.
Entonces el Murciélago, el pequeño Murciélago Cabezabajo que estaba colgado a la entrada de la cueva dijo:
- Oh, anfitriona mía, esposa de mi anfitrión y madre de mi anfitrión, una criatura salvaje de la salvaje espesura está jugando con tu Bebé y lo tiene encantado.
- Loada sea esa criatura salvaje, quienquiera que sea -dijo la Mujer enderezando la espalda-, porque esta mañana he estado muy ocupada y me ha prestado un buen servicio.
En ese mismísimo instante, querido mío, la piel de caballo que estaba colgada con la cola hacia abajo a la entrada de la cueva cayó al suelo... ¡Cómo así!... porque la cortina recordaba el trato, y cuando la Mujer fue a recogerla... ¡hete aquí que el Gato estaba confortablemente sentado dentro de la cueva!
- Oh, enemiga mía, esposa de mi enemigo y madre de mi enemigo -dijo el Gato-, soy yo, porque has dicho una palabra elogiándome y ahora puedo quedarme en la cueva por los siglos de los siglos. Mas sigo siendo el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.
Muy enfadada, la Mujer apretó los labios, cogió su rueca y comenzó a hilar.
Pero el Bebé rompió a llorar en cuanto el Gato se marchó; la Mujer no logró apaciguarlo y él no cesó de revolverse ni de patalear hasta que se le amorató el semblante.
- Oh, enemiga mía, esposa de mi enemigo y madre de mi enemigo -dijo el Gato-, coge una hebra del hilo que estás hilando y átala al huso, luego arrastra éste por el suelo y te enseñaré un truco que hará que tu Bebé ría tan fuerte como ahora está llorando.
- Voy a hacer lo que me aconsejas -comentó la Mujer-, porque estoy a punto de volverme loca, pero no pienso darte las gracias.
Ató la hebra al pequeño y panzudo huso y empezó a arrastrarlo por el suelo. El Gato se lanzó en su persecución, lo empujó con las patas, dio una voltereta y lo tiró hacia atrás por encima de su hombro; luego lo arrinconó entre sus patas traseras, fingió que se le escapaba y volvió a abalanzarse sobre él. Viéndole hacer estas cosas, el Bebé terminó por reír tan fuerte como antes llorara, gateó en pos de su amigo y estuvo retozando por toda la cueva hasta que, ya fatigado, se acomodó para descabezar un sueño con el Gato en brazos.
- Ahora -dijo el Gato- le voy a cantar A Bebé una canción que lo mantendrá dormido durante una hora.
Y comenzó a ronronear subiendo y bajando el tono hasta que el Bebé se quedó profundamente dormido. contemplándolos, la Mujer sonrió y dijo:
- Has hecho una labor estupenda. No cabe duda de que eres muy listo, oh, Gato.
En ese preciso instante, querido mío, el humo de la fogata que estaba encendida al fondo de la cueva descendió desde el techo cubriéndolo todo de negros nubarrones, porque el humo recordaba el trato, y cuando se disipó, hete aquí que el Gato estaba cómodamente sentado junto al fuego.
- Oh, enemiga mía, esposa de mi enemigo y madre de mi enemigo -dijo el Gato-, aquí me tienes, porque me has elogiado por segunda vez y ahora podré sentarme junto al cálido fuego del fondo de la cueva por los siglos de los siglos. Pero sigo siendo el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.
Entonces la Mujer se enfadó mucho, muchísimo, se soltó el pelo, echó más leña al fuego, sacó la ancha paletilla de cordero y comenzó a hacer un conjuro que le impediría elogiar al Gato por tercera vez. No fue un Conjuro Cantado, querido mío, sino un Conjuro Silencioso; y, poco a poco, en la cueva se hizo un silencio tan profundo que un Ratoncito diminuto salió sigilosamente de un rincón y echó a correr por el suelo.
- Oh, enemiga mía, esposa de mi enemigo y madre de mi enemigo -dijo el Gato-, ¿forma parte de tu conjuro ese Ratoncito?
- No -repuso la Mujer, y, tirando la paletilla al suelo, se encaramó a un escabel que había frente al fuego y se apresuró a recoger su melena en una trenza por miedo a que el Ratoncito trepara por ella.
- ¡Ah! -exclamó el Gato, muy atento-, entonces ¿el Ratón no me sentará mal si me lo zampo?
- No -contestó la Mujer, trenzándose el pelo-; zámpatelo ahora mismo y te quedaré eternamente agradecida.
El Gato dio un salto y cayó sobre el Ratón.
- Un millón de gracias, oh, Gato -dijo la Mujer-. Ni siquiera Primer Amigo es lo bastante rápido para atrapar Ratoncitos como tú lo has hecho. Debes de ser muy inteligente.
En ese preciso instante, querido mío, el cántaro de leche que estaba junto al fuego se partió en dos pedazos... ¿Cómo así?... porque recordaba el trato, y cuando la Mujer bajó del escabel... ¡hete aquí que el Gato estaba bebiendo a lametazos la leche blanca y tibia que quedaba en uno de los pedazos rotos!
- Oh, enemiga mía, esposa de mi enemigo y madre de mi enemigo -dijo el Gato-, aquí me tienes, porque me has elogiado por tercera vez y ahora podré beber leche blanca y tibia tres veces al día por los siglos de los siglos. Pero sigo siendo el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.
Entonces la Mujer rompió a reír, puso delante del Gato un cuenco de leche blanca y tibia y comentó:
- Oh, Gato, eres tan inteligente como un Hombre, pero recuerda que ni el Hombre ni el Perro han participado en el trato y no sé qué harán cuando regresen a casa.
- ¿Y a mi qué más me da? -exclamó el Gato-. Mientras tenga un lugar reservado junto al fuego y leche para beber tres veces al día me da igual lo que puedan hacer el Hombre o el Perro.
Aquella noche, cuando el Hombre y el Perro entraron en la cueva, la Mujer les contó de cabo a rabo la historia del acuerdo, y el Hombre dijo:
- Está bien, pero el Gato no ha llegado a ningún acuerdo conmigo ni con los Hombres cabales que me sucederán.
Se quitó las dos botas de cuero, cogió su pequeña hacha de piedra (y ya suman tres) y fue a buscar un trozo de madera y su cuchillo de hueso (y ya suman cinco), y colocando en fila todos los objetos, prosiguió:
- Ahora vamos a hacer un trato. Si cuando estás en la cueva no atrapas Ratones por los siglos de los siglos, arrojaré contra ti estos cinco objetos siempre que te vea y todos los Hombres cabales que me sucedan harán lo mismo.
-Ah -dijo la Mujer, muy atenta-. Este Gato es muy listo, pero no tan listo como mi Hombre.
El Gato contó los cinco objetos (todos parecían muy contundentes) y dijo:
- Atraparé Ratones cuando esté en la cueva por los siglos de los siglos, pero sigo siendo el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.
- No será así mientras yo esté cerca -concluyó el Hombre-. Si no hubieras dicho eso, habría guardado estas cosas (por los siglos de los siglos), pero ahora voy arrojar contra ti mis dos botas y mi pequeña hacha de piedra (y ya suman tres) siempre que tropiece contigo, y lo mismo harán todos los Hombres cabales que me sucedan.
- Espera un momento -terció el Perro-, yo todavía no he llegado a un acuerdo con él -se sentó en el suelo, lanzando terribles gruñidos y enseñando los dientes, y prosiguió-: Si no te portas bien con el Bebé por los siglos de los siglos mientras yo esté en la cueva, te perseguiré hasta atraparte, y cuando te coja te morderé, y lo mismo harán todos los Perros cabales que me sucedan.
- ¡Ah! -exclamó la Mujer; que estaba escuchando-. Este Gato es muy listo, pero no es tan listo como el Perro.
El Gato contó los dientes del Perro (todos parecían muy afilados) y dijo:
- Me portaré bien con el Bebé mientras esté en la cueva por los siglos de los siglos, siempre que no me tire del rabo con demasiada fuerza. Pero sigo siendo el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá.
- No será así mientras yo esté cerca -dijo el Perro-. Si no hubieras dicho eso, habría cerrado la boca por los siglos de los siglos, pero ahora pienso perseguirte y hacerte trepar a los árboles siempre que te vea, y lo mismo harán los Perros cabales que me sucedan.
A continuación, el Hombre arrojó contra el Gato sus dos botas y su pequeña hacha de piedra (que suman tres), y el Gato salió corriendo de la cueva perseguido por el Perro, que lo obligó a trepar a un árbol; y desde entonces, querido mío, tres de cada cinco Hombres cabales siempre han arrojado objetos contra el Gato cuando se topaban con él y todos los Perros cabales lo han perseguido, obligándolo a trepar a los árboles. Pero el Gato también ha cumplido su parte del trato. Ha matado Ratones y se ha portado bien con los Bebés mientras estaba en casa, siempre que no le tirasen del rabo con demasiada fuerza. Pero una vez cumplidas sus obligaciones y en sus ratos libres, es el Gato que camina solo y a quien no le importa estar aquí o allá, y si miras por la ventana de noche lo verás meneando su salvaje rabo y andando sin más compañía que su salvaje soledad... como siempre lo ha hecho.
FIN

Versión PDF pública en españa.

Publicado por: Ondine

domingo, 20 de mayo de 2012

Post it love.




Para que empiecen una semana agradable y positiva.

Publicado por: Chabela y Ondine.

jueves, 17 de mayo de 2012

Día Internacional:

Contra la Homofobia y la Transfobia

Buenas tardes a todos ^_^
Hoy es un día tan especial como otro cualquiera, en el que brilla el sol,
los pajarillos cantan, los mosquitos revolotean y miles de personas se despiertan sonrientes a lado de sus parejas.

¿Existe algo más hermoso que amar y ser amado?
Es decir, respetar y ser respetado,
comprender y ser comprendido,
valorar y ser valorado,
aceptar y ser aceptado,
y sentirse y que otra persona se sienta tan asombrada por tú existencia,
como para confiarte y confiarle tus esperanzas y miedos,
e incluso planear un futuro juntos.
¿De verdad existe algo más hermoso... y difícil de encontrar?
Yo creo sinceramente que no.
Encontrar otro ser humano en todo el mundo, que sienta todo esto por ti y viceversa, es prácticamente imposible.
A veces ni nuestra propia familia nos comprende y acepta como realmente somos, ni siquiera nuestras madres... ¡Y madre solo hay una!
Como va a ser fácil hallar a alguien que te ame y acepte tanto o más que tu propia madre,
es decir,
como va a ser fácil encontrar a un auténtico desconocido, que no tiene obligación alguna de aguantarte, escucharte, quererte, esperarte o socorrerte,
y convencerle y que te convenza de que sin su existencia el mundo no tiene sentido pleno.

Esa es la razón por la que los humanos que habitan este mundo deberían comprender que encontrar a esa otra persona ya es lo suficientemente difícil,
como para que encima la sociedad se entrometa en tu vida y te diga de quien puedes o no enamorarte, o con quien puedes o no acostarte.
Ya tenemos formadas nuestras propias irrealistas y tontas barreras mentales (como por ejemplo los estereotipos físicos dentro de los que esperamos que encaje nuestra alma gemela ), como para que además la sociedad, cuando creemos haber encontrado alguien afín, llegue para señalarnos con el dedo y juzgar sin más.


Porque odiarías que te sucediera algo parecido cuando vas por la calle con tu pareja, esa persona que te ama y amas por elección propia, aunque ninguno cumpla todas las expectativas físicas del otro. Piensa en los demás y no dificultes sus vidas.

Procuremos también no etiquetar a las personas,
dejemos de hacer distinciones o especificaciones innecesarias a la hora de hablar,
como por ejemplo:
El gay, marica... se ha comprado una camisa.
La lesbiana, tortillera... sale a correr por las mañanas.
La "bi", anormal... se ha quedado embarazada.
 Por que se escucha tan desagradable y hace tanto daño a la persona a la que te refieres,
como si para referirse a ti las personas dijesen:
El hetero se ha quedado sin novia.
El gordo del tercero se ha comprado un pantalón.
La cuatro ojos de la clase canta muy bien.
Sinceramente no hacen falta esos calificativos, conozcamos a las personas,
llamémonos por nuestros nombres o usemos los pronombres, que para eso están.
 


Hoy es un buen día para entender que
 EL AMOR NO TIENE FRONTERAS,
para dar buen ejemplo a los más jóvenes y reivindicar
LIBERTAD PARA AMAR.





Publicado por: Ondine

miércoles, 16 de mayo de 2012

Sabías que...?

Entre los melanesios, los nativos de las islas Salomón, en el Pacífico sur, es común tener un aspecto sorprendente. La piel de todos ellos es oscura, la más oscura de un ser humano fuera de África, pero muchos nacen con un rubio brillante propio de un escandinavo.


La mutación genética detrás del pelo rubio de los indígenas de las islas Salomón, en Oceanía, es autóctona y distinta de la que está en el origen de los rubios europeos, según un estudio de científicos estadounidenses y británicos cuyos resultados se publican hoy en la revista 'Science'. "Es uno de los más bellos ejemplos hasta la fecha de asignación de un rasgo genético simple en los seres humanos", sostiene David Reich, genetista de la Universidad de Harvard y uno de los coautores del trabajo.

Muchos consideraban que se trataba de un rasgo transmitido por los exploradores y comerciantes europeos que visitaron las islas en los siglos precedentes, pero gracias a esta investigación se ha descubierto que se trata de una variante genética única que afecta a este grupo humano en concreto y que no tiene nada que ver con el gen que causa los cabellos rubios en los europeos. 
A nivel mundial, el pelo rubio es poco frecuente. En las islas Salomón, entre un 5% y un 10% de la población es rubia, la misma frecuencia que, por ejemplo, caracteriza a la población en Irlanda. 


Interesados por los hermosos patrones discordantes de la pigmentación de los isleños, los científicos del Centro de Análisis Causal en Epidemiología Traslacional, de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) tomaron muestras de un grupo de nativos de Melanesia, 43 con el pelo rubio y 42 con el pelo oscuro, y llevó a cabo un análisis genético para comparar sus genomas.

No fue fácil tomar las muestras: gran parte de las islas Salomón está poco desarrollada, sin carreteras, electricidad ni teléfonos y además, es una de las naciones con mayor diversidad lingüística del mundo (allí se hablan decenas de lenguas). Para la obtener las muestras, se pidió a los nativos que escupieran en pequeños tubos para proporcionar la saliva de la cual se extrajeron las muestras de ADN. A pesar de los problemas, en el lapso de un mes se recogieron más de 1.000 muestras.

Los investigadores quedaron fascinados por la ubicuidad del pelo rubio, especialmente entre los niños. Cuando analizaron las muestras, descubrieron de inmediato una única señal muy fuerte en el cromosoma 9, que representa el 50% de la variación en el color del pelo de los melanesios. El equipo llegó a identificar el gen responsable, llamado TYRP1, que codifica una proteína relacionada con tirosinasa, una enzima previamente reconocida por influir en la pigmentación en ratones y seres humanos. Esto significa que la característica humana del pelo rubio se originó de forma independiente en la región ecuatorial de Oceanía, algo que los científicos consideran «inesperado y fascinante».

Por supuesto que este hallazgo resulta fascinante desde el punto de vista científico, pero lo que realmente resaltamos nosotros en este blog, es lo maravillosos y únicos que somos todos como resultado de una evolución que se ha desarollado durante miles de años.
Por eso desde aquí gritamos alegres y felices,
¡QUE VIVA LA DIVERSIDAD MELANÍNICA DE LA RAZA HUMANA!
Y esperamos que todos nuestro lectores, y las personas a las que aman, compartan nuestro deseo de que  todos aprendamos a respetar, valorar, disfrutar y amar lo bueno que existe en cada ser vivo.

Publicado por: Ondine, Chabela, Peter, Charlot y El_Rey.

domingo, 13 de mayo de 2012

Cuidado, el pasado quiere golpearnos nuevamente.

"Billetes, por favor". La mirada del revisor recorrió el autobús hasta que algo la hizo detenerse. Dos hombres de piel oscura, procedentes de Bangladesh, trataban a toda prisa de marcar el billete para evitar la multa. No eran los únicos pasajeros que lo hacían, pero el revisor se plantó a grandes zancadas ante ellos.
Ocurrió el jueves, en una parada de autobús de la plaza Sintagma de Atenas, precisamente donde se encuentra la cámara de la democracia.
Los pasajeros, algunos de los cuales increparon al revisor, no tuvieron ninguna duda de que tenían delante a un seguidor de Chryssi Avghi (Amanecer Dorado). Le delató el grito marcial de "Egerthiti", en griego clásico, el mismo que usó uno de los fornidos cabezas rapadas que integran la formación, para ordenar a los periodistas que se levantaran en señal de respeto al "líder" la noche de la victoria electoral. 



El vídeo dio vueltas por todo el mundo y ha provocado una advertencia de la asociación de la prensa griega, diciendo que no aceptará "intimidaciones".
Esta es la nueva Grecia, donde un partido neonazi  -perdón: "nacionalista griego"-  obtuvo el pasado seis de mayo, medio millón de votos (el 7%) y consiguió 21 escaños en el Parlamento.
Dos años de crisis y el programa de austeridad más duro de toda Europa han pulverizado el paisaje político griego y han llevado al país en un viaje peligroso a los extremos. Los griegos se han vengado en las urnas de los dos partidos que han gobernado los últimos 37 años y que responsabilizan de sus penurias, pero al hacerlo han dejado el centro desierto y se han echado en brazos de una legión de formaciones que se amontonan a ambos extremos del espectro político. A la izquierda está el partido comunista KKE, una de las últimas formaciones estalinistas que sobrevive en Europa y que califica a la UE de "club imperialista". O la izquierda radical de Syriza, que amenaza con poner en jaque el euro después de convertirse en la segunda fuerza más votada.
Pero el verdadero salto a los confines de la democracia lo protagoniza Amanecer Dorado.
 


Niegan ser neonazis, aunque su símbolo recuerde a una esvástica, su dirigente, Nikolaos Michaloliakos (un exoficial del ejército griego de 55 años, que ha sido encarcelado en varias ocaciones por posesión de armas, explosivos, agredir a periodistas, y por participar en un atentado con bomba contra un cine en 1978haya expresado por escrito su admiración por Hitler, y a sus seguidores les chifle llevar el pelo rapado, levantar el brazo derecho y pegar palizas a izquierdistas y a inmigrantes.
"No somos nazis, no somos fascistas, no somos de extrema derecha. Somos nacionalistas griegos", dijo su portavoz, Michaloliakos, quien se mostró muy molesto con lo medios de comunicación que no mostraron su campaña electoral, y afirmó:
"Voy a avanzar, enfrentándome a la tiranía de los medios de comunicación, de las televisiones y de los periódicos. Quiero dedicar esta victoria a los valientes de camisa negra."
"Temednos, que ya llegamos."
"Amamos nuestro país y lucharemos hasta el final por este amor....No hay inmigrantes legales. Incluso los que tienen papeles llegaron de forma ilegal. Nadie les invitó, nadie les necesitaba. Violaron nues tras fronteras, nos invadieron por millares y, pasados algunos años, se hicieron nuevas leyes y esos inmigrantes ilegales se convirtieron en legales. Eso es lo que es ilegal."
"Invaden Grecia y les quitan los empleos a los griegos". "Si conseguimos el poder, deportaremos a todos inmediatamente y sellaremos de nuevo las fronteras con minas, vallas eléctricas y más guardias"
El discurso de Amanecer Dorado ha calado fuerte en un país cuya porosa frontera lo ha convertido en un punto de entrada para inmigrantes ilegales que sueñan con ir al norte de Europa pero acaban quedándose. Nueve de cada diez que entraron en la UE en el 2010 lo hicieron por Grecia, que tiene un millón de inmigrantes sobre once millones de habitantes.

Los inmigrantes son responsabilizados de la criminalidad, que se ha disparado hasta límites insoportables. En el corazón mismo de Atenas, algunas zonas se han convertido en guetos de yonquis y prostitutas, donde no hay tienda que no haya sufrido un robo, hoteles modernos y lujosos han cerrado y el precio de la vivienda se ha desplomado.
Es en estos lugares, abandonados por el Estado, donde los chicos de Amanecer Dorado triunfan.  En grupos de dos o tres, patrullan las calles con sus camisetas ceñidas, con el logo del partido.  Acompañan a las ancianas a los cajeros, montan guardia ante las tiendas, reparten comida y ropa entre los más necesitados.  Nunca piden dinero a cambio.  Amor por Grecia.

"Son como superhéroes, que hacen desaparecer el crimen de tu ciudad. Por eso atraen a tantos jóvenes", dice Stelios Vradelios, periodista del diario Ta Nea especializado en extrema derecha.
Esta es la cara amable de Amanecer Dorado que el partido promociona, su web está llena de dulces fotografías con jubilados.
Pero detrás hay otra realidad mucho más siniestra: las cacerías de inmigrantes.  
"Llegaron en moto, eran bastantes. Yo pude escapar pero a mi amigo le apuñalaron en la tripa", explica mirando al suelo Viteli, un nigeriano de 21 años.  
"Tiene permiso de residencia, pero no te lo preguntan antes de pegarte", dice irónico Christos Alefantis, presidente de una organización de sin techo que da cobijo al joven.

Amanecer Dorado, por supuesto, niega estar detrás de agresiones. Y la policía raramente encuentra pruebas. La sintonía entre ambos colectivos es un secreto a voces.
Según un cálculo del diario To Vima, uno de cada dos policías les votó. "Comparten el mismo odio profundo a la extrema izquierda", dice Vradelios, que ha publicado un par de fotografías en las que se ve a miembros de Amanecer Dorado luchando junto a la policía contra izquierdistas.

"Amanecer Dorado va a tardar en desaparecer. La inseguridad y el paro irán a más y los partidos extremos encontrarán más público", pronostica Stelios.

La xenofobia vende en la Grecia de la crisis.  Griegos Independientes, una escisión de Nueva Democracia, ha arrancado un 10% de voto con un discurso ultranacionalista. También Pasok y Nueva Democracia, ante la fuga de votos, han abonado el terreno.
El conservador Samaras dijo en campaña: "Vamos a reconquistar nuestras ciudades". Venizelos, del Pasok, que los inmigrantes ilegales y las enfermedades infecciosas que traen son el problema más grave que tiene Grecia.
Una de las últimas decisiones del Gobierno saliente ha sido abrir un centro de detención para ilegales, algo que Amanecer Dorado llevaba años reclamando.


 
Durante las últimas 24 horas para formar un gobierno de unidad y evitar repetir elecciones, el presidente griego, Carolos Papulias, ha convocado a los siete partidos parlamentarios para una poco prometedora ronda final de negociaciones. Papulias recibirá a las nueve de la mañana de forma conjunta a los líderes de Nueva Democracia (conservadores), Syriza (izquierda radical) y Pasok (social-demócratas) y luego a los del resto de fuerzas por separado, debido al rechazo de los partidos a sentarse con los neonazis de Amanecer Dorado.


Hoy 13 de mayo de 2012, varios grupos de simpatizantes del partido neonazi Amanecer Dorado, desde sus motocicletas, han lanzado panfletos homófobos en el barrio ateniense de Gazi, conocida zona frecuentada por la comunidad homosexual.
"Después de los inmigrantes, sois los siguientes", amenaza el texto de los volantes, que lleva impreso el logotipo de Amanecer Dorado, según recoge la prensa griega.


Por favor no cedamos ante el miedo, porque cuando nos paralizamos o ahogamos en él, todos corremos el riesgo de tomar por correctas ideas tan absurdas y abominables como las de estos nostálgicos de Hitler.
Esperamos que puedan empezar mañana una maravillosa semana y que aprovechen su tiempo para ser felices y ayudar a ser felices a otras personas.

Publicado por: Peter, Ondine, Charlot, Chabela y El_Rey.