Julia Butterfly Hill, sobre una de las ramas de la milenaria secuoya "Luna", su hogar durante 738 días. |
Tres árboles caídos
quedaron a la orilla del sendero.
El leñador los olvidó, y conversan,
apretados de amor, como tres ciegos.
El sol de ocaso pone
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!
Uno, torcido, tiende
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.
El leñador los olvidó. La noche
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!
Incluido en el poemario "Desolación" de Gabriela Mistral
En 1997 la compañía maderera Pacific Lumber estaba talando un bosque de secuoyas en el condado de Humboldt (California). Para detener la tala y desaparición del bosque, Julia Butterfly Hill decidió vivir en las altas ramas de una secuoya de más de mil años de edad, a la que llamó Luna, y prometió no abandonarla hasta que detuvieran la destrucción del bosque. Su determinación y valor despertó consciencias y logró un gran apoyo social.
"La Pacific Lumber comenzó a talar árboles a mi alrededor. Aparecieron helicópteros, quemaron los bosques durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran suministrar comida. Acabe amargada, chillando, dando golpes, al borde de la locura." (Entrevista completa)
En 1997 la compañía maderera Pacific Lumber estaba talando un bosque de secuoyas en el condado de Humboldt (California). Para detener la tala y desaparición del bosque, Julia Butterfly Hill decidió vivir en las altas ramas de una secuoya de más de mil años de edad, a la que llamó Luna, y prometió no abandonarla hasta que detuvieran la destrucción del bosque. Su determinación y valor despertó consciencias y logró un gran apoyo social.
"La Pacific Lumber comenzó a talar árboles a mi alrededor. Aparecieron helicópteros, quemaron los bosques durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran suministrar comida. Acabe amargada, chillando, dando golpes, al borde de la locura." (Entrevista completa)
Finalmente (después de 738 días) Julia pudo descender triunfante de aquella secuoya, porque gracias a la
presión ejercida sobre la compañía maderera Lumber Pacific, esta renunció a exterminar a Luna y a sus otras
compañeras del bosque.
Publicado por: Ondine.
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