Según el mito cristiano del fénix se cuenta que en el Edén,
debajo del Árbol del Bien y del Mal, floreció un arbusto de rosas. Junto
con la primera rosa del árbol, nació un pájaro de un hermoso pelaje y
con un canto majestuoso. Esta ave compartía los principios Divinos, por
lo que no quiso probar las frutas del árbol, que sí fueron tomadas por
Adán y Eva. Cuando ellos dos fueron expulsados del Paraíso, cayó sobre
el nido del fénix una chispa de la espada de fuego de un ángel y el
pájaro ardió. Pero, de aquellas llamas surgió una nueva ave, otro fénix,
con un pelaje esplendoroso de color dorado y carmesí. Por su fidelidad
al precepto Divino, se lo premió con la inmortalidad, el conocimiento, la facultad sanadora de sus lágrimas.
Se dice que al estar cerca de su muerte, el fénix vuela por todo el mundo buscando el árbol más alto. Allí, construye su nido y lo rellena con inciensos y plantas aromáticas. Cuando está a punto de morir, entona la más bella de las melodías hacia el Sol y se prende con su fuego hasta extinguirse. De las cenizas que quedan, vuelve a renacer y una nueva Ave Fénix . También se cuenta que lleva el cadáver de su padre, volando por el cielo, hasta el templo del Sol que se encuentra en la ciudad mítica de Heliópolis (antigua ciudad de Egipto) como ofrenda en su altar.
Según la versión del mito que se tome, se dice que vive 500 o 1000 años y que, a ese término, se renueva su ciclo de vida. También se dice que es el dios de las aves, por ser única, sin que exista otra criatura como ella. Está representada en mitos de las distintas culturas como: la china (el Fêng-Huang, que personifica a la emperatriz y junto al dragón, simboliza la hermandad inseparable), la japonesa (el Ho-oo), la rusa (El Pájaro de Fuego, que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la egipcia (el Benu), la hindú (el Garudaal, que al alcanzar quinientos años de vida se inmola en vísperas de la primavera en un altar preparado para tal fin), e incluso en los mitos indios de norteamérica (el Yel), o los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal). Fue citado por Hesíodo por primera vez, en el siglo VIII A.C. y más tarde y con más detalle por el historiador Herodoto.
Además de en la ciudad de Heliópolis, Egipto, se lo ha situado en Arabia, donde habitaba cerca de una fuente de agua en la que se bañaba entonando una bella melodía, que hacía que hasta el mismo dios Apolo, según la tradición griega, detuviera su carro para escucharlo. Pero al reiniciar su viaje, las chispas de las patas de sus caballos prendieron fuego al nido y el Fénix pereció en un incendio de perfume y apasionadas canciones. Después de tres días, un Fénix renovado resurgiría de sus escombros para retornar al Paraíso.
Está muy vinculado a la mitología egipcia, donde era llamado Bennu o Fenu, que puede ser traducido como "iluminar" o "brillar", por lo que pudo ser tomado como símbolo de luz y vinculado íntimamente al dios solar Ra. Se creía que para armar el nido de su muerte y renacimiento viajaba hasta Arabia para conseguir las plantas aromáticas que armonizaran el aroma del fuego. Según la leyenda, Bennu se había creado ha sí mismo con el fuego que ardía en el árbol sagrado de uno de los templos consagrados al dios Ra. En otra versión, se dice que surgió del estallido del corazón de Osiris, por lo que también es considerado símbolo de Osiris. En esta cultura el fénix constituía un símbolo de la esperanza y de la continuidad de la vida después de la muerte. También se creía que su carne podía conferir la inmortalidad y que sus cenizas eran capaces de de resucitar a los difuntos. Así también, su llegada y su partida marcaban los ciclos del tiempo.
Los primeros cristianos, influidos por los cultos helénicos, hicieron de esta singular criatura un símbolo viviente de la inmortalidad y de la resurrección. A lo largo de los siglos, el Ave Fénix se convirtió en un símbolo de la resurrección física y espiritual, representando el poder del fuego.
Algunas de las cualidades que se presentan en el mito del fénix son retomados por J.K. Rowling para usar al fénix como una criatura mágica en Harry Potter. Por ejemplo, el poder sanador de sus lágrimas y el renacimiento a partir de las cenizas.
Publicado inicialmente en: http://cuadernoderetazos.wordpress.com/2012/02/16/
Se dice que al estar cerca de su muerte, el fénix vuela por todo el mundo buscando el árbol más alto. Allí, construye su nido y lo rellena con inciensos y plantas aromáticas. Cuando está a punto de morir, entona la más bella de las melodías hacia el Sol y se prende con su fuego hasta extinguirse. De las cenizas que quedan, vuelve a renacer y una nueva Ave Fénix . También se cuenta que lleva el cadáver de su padre, volando por el cielo, hasta el templo del Sol que se encuentra en la ciudad mítica de Heliópolis (antigua ciudad de Egipto) como ofrenda en su altar.
Según la versión del mito que se tome, se dice que vive 500 o 1000 años y que, a ese término, se renueva su ciclo de vida. También se dice que es el dios de las aves, por ser única, sin que exista otra criatura como ella. Está representada en mitos de las distintas culturas como: la china (el Fêng-Huang, que personifica a la emperatriz y junto al dragón, simboliza la hermandad inseparable), la japonesa (el Ho-oo), la rusa (El Pájaro de Fuego, que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la egipcia (el Benu), la hindú (el Garudaal, que al alcanzar quinientos años de vida se inmola en vísperas de la primavera en un altar preparado para tal fin), e incluso en los mitos indios de norteamérica (el Yel), o los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal). Fue citado por Hesíodo por primera vez, en el siglo VIII A.C. y más tarde y con más detalle por el historiador Herodoto.
Además de en la ciudad de Heliópolis, Egipto, se lo ha situado en Arabia, donde habitaba cerca de una fuente de agua en la que se bañaba entonando una bella melodía, que hacía que hasta el mismo dios Apolo, según la tradición griega, detuviera su carro para escucharlo. Pero al reiniciar su viaje, las chispas de las patas de sus caballos prendieron fuego al nido y el Fénix pereció en un incendio de perfume y apasionadas canciones. Después de tres días, un Fénix renovado resurgiría de sus escombros para retornar al Paraíso.
Está muy vinculado a la mitología egipcia, donde era llamado Bennu o Fenu, que puede ser traducido como "iluminar" o "brillar", por lo que pudo ser tomado como símbolo de luz y vinculado íntimamente al dios solar Ra. Se creía que para armar el nido de su muerte y renacimiento viajaba hasta Arabia para conseguir las plantas aromáticas que armonizaran el aroma del fuego. Según la leyenda, Bennu se había creado ha sí mismo con el fuego que ardía en el árbol sagrado de uno de los templos consagrados al dios Ra. En otra versión, se dice que surgió del estallido del corazón de Osiris, por lo que también es considerado símbolo de Osiris. En esta cultura el fénix constituía un símbolo de la esperanza y de la continuidad de la vida después de la muerte. También se creía que su carne podía conferir la inmortalidad y que sus cenizas eran capaces de de resucitar a los difuntos. Así también, su llegada y su partida marcaban los ciclos del tiempo.
Los primeros cristianos, influidos por los cultos helénicos, hicieron de esta singular criatura un símbolo viviente de la inmortalidad y de la resurrección. A lo largo de los siglos, el Ave Fénix se convirtió en un símbolo de la resurrección física y espiritual, representando el poder del fuego.
Algunas de las cualidades que se presentan en el mito del fénix son retomados por J.K. Rowling para usar al fénix como una criatura mágica en Harry Potter. Por ejemplo, el poder sanador de sus lágrimas y el renacimiento a partir de las cenizas.
Publicado inicialmente en: http://cuadernoderetazos.wordpress.com/2012/02/16/
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